Una vez escogido el tipo de base, habrá que tener en cuenta el tono, es decir el color de la base. Recuerda que, para usar el más adecuado debe parecerse lo máximo posible a tu color de piel; si no es así y escoger un tono distinto pecarás del "efecto careta", y tu maquillaje se verá totalmente artificial.
No es fácil encontrar un tono exacto al de tu piel, así que, no peques de buscar un tono más oscuro con la idea de verte más morenita, si no al contrario, elige un tono más claro, y te verás mucho más natural, ya que siempre podrás aplicar unos pocos de polvos de sol, y encontrarás el bronceado que buscas.
Truco: es mucho más fácil oscurecer o crear una sombra, que tratar de blanquear algo oscuro.
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